Mucha gente se pregunta si todos los vinos son o no naturales...
Y la respuesta generalizada, sería que en principio cualquier vino que realice una fermentación alcohólica de un mosto es un vino natural.
Pero si analizamos los cambios que se han producido en la historia de cultivo y elaboración del vino, en un momento determinado se priorizó la mecanización del campo y la introducción de la industria de la química de síntesis. Para tener una uva cuanto mayor mejor y cuanto más kilos, mejor aún.
En ese momento se abandonó la calidad de la fruta y del cultivo que hasta esos momentos habían llevado a cabo nuestros abuelos de una forma más artesana y de poca intervención a elaborar vinos industrializados y con mucha intervención.
Aquí unas cuantas acciones o procesos externos que se empezaron a realizar tanto en el viñedo como en la bodega:
(Nota: siempre estamos hablando de prácticas legales y permitidas en la industria agraria en todo el mundo):
- Riego intensivo en el viñedo para aumentar la cosecha.
- Utilización de pesticidas y herbicidas en el viñedo.
- Utilización de levaduras seleccionadas o industriales para fermentar los vinos.
- Corrección artificial de la acidez.
- Corrección de alcohol.
- Corrección del azúcar de forma artificial.
- Osmosis inversa.
- Técnicas agresivas de extracción de taninos y fenoles de la piel de la uva.
- Homogeneización del vino con el exceso de la barrica.
- Filtración, clarificación y pasteurización del vino.
- Sulfuroso añadido.
Por tanto, un vino será más natural, cuando en su proceso de cultivo y elaboración haya recibido el menor número de interferencias o mínima intervención.
Un vino natural te hablará de muchas más cosas... de la tierra de la que ha crecido y alimentado las cepas, del clima, de las lluvias, del frío, de la sequía del año y cada botella que disfrutamos será diferente de el anterior, porque el vino de mínima intervención es un producto vivo.